La gestión actual de esta empresa es un auténtico lastre para los accionistas. Mientras el sector de defensa se dispara en bolsa, aquí nos veremos obligados a pagar el doble para cualquier adquisición futura debido a la falta de previsión e iniciativa del CEO y su equipo.

Su ineficiencia es evidente: carecen de visión estratégica, ocultan información clave a los accionistas y, para colmo, dilapidan los recursos en salarios desproporcionadamente altos en lugar de destinarlos a crecimiento real.

Con esta dirección, no solo perdemos competitividad, sino también credibilidad. Urge un cambio profundo en la gestión antes de que sea demasiado tarde.

La acción muestra un comportamiento claramente débil: apenas despierta interés en estos niveles y continúa con un goteo a la baja que refleja la falta de confianza del mercado. Resulta llamativo que, pese a las expectativas de buenos resultados que se anuncian para las próximas fechas, el precio no logre reaccionar al alza. Esto no es un signo de fortaleza, más bien al contrario: suele anticipar que el mercado ya descuenta que los datos no serán tan positivos como se está transmitiendo. Todo apunta a que podríamos encontrarnos con una “sorpresa” en los próximos resultados, y no precisamente favorable.

La gestión de Amper es un manual de cómo maltratar al pequeño accionista. Antes de la última ampliación inflaron expectativas llevando el valor a 0,16 €, para luego sorprender con una ampliación a 0,13 €, presentada como una ganga y masivamente sobresuscrita. Tras captar el dinero, dejaron desplomar la acción hasta 0,125 €, con clara intención de seguir presionando a la baja. Una estrategia de “trileros financieros”, donde el único perjudicado es siempre el minorista, que acaba vendiendo desesperado con pérdidas. Desconfianza absoluta hacia el CEO y su equipo: cada operación parece diseñada para enriquecerse a costa del accionista de a pie.

A pesar de que Amper ha mostrado crecimiento de ingresos —14?% en el último año y un 36?% en los últimos tres años, con previsiones de crecimiento anual estimadas en torno al 6,1?%, por encima del sector—, el mercado parece recelar de su capacidad para mantener esa tendencia futura. 

Amper también está sujeta a varios riesgos estructurales recogidos en su documentación corporativa, como exposición al tipo de cambio, concentración de clientes, ejecución de avales o integración de futuras adquisiciones. Todos ellos pueden generar incertidumbre adicional a largo plazo

Resumen Amper 

      Ampliación de capital que presiona a la baja el precio. Inversores apostando por nuevas caídas.(hedge fund Qube Research)

 P/S por debajo del sector y dudas sobre sustentabilidad del crecimiento Soportes cercanos que, si se pierden, podrían acelerar la caída.Riesgos operativos y financieros que alimentan la incertidumbre del mercado. 

Pasito a pasito pero con una meta clara para este año a 0,60